Testimonio de la Hna. María Fe Alonto, de la Congregación de las Hermanas de San Juan Bautista, sobre cómo su comunidad en Filipinas celebra la Tiempo de la Creación 2022 y pone en práctica Laudato Si' en la vida cotidiana.

Pocos días antes de comenzar el Tiempo de la Creación, como celebración inaugural de este tiempo, tres de nuestras comunidades de Manila se encontraron para juntas darse un baño en el bosque. Las hermanas y las formandas estaban emocionadas de dejar la ciudad y pasar un día en una granja.

Fuimos recibidas por nuestra pareja de amigos granjeros con un desayuno que consistía en un batirol (una bebida de cacao caliente) y balisongsong (una especialidad a base de tapioca o mandioca), considerados un manjar en el lugar. Fue una delicia desayunar al aire libre en medio de tanto verde. De hecho, fue un placer observar atentamente el entorno, respirar aire fresco, disminuir la actividad y prestar atención a los colores, las formas, las sombras, los movimientos y descubrir la diferencia entre la planta de la citronela y la del limón, pues se ven muy similares.

El riachuelo limpio era también un espectáculo digno de contemplar; su ritmo relajante produce una serenidad que nos hizo más reflexivas e intencionalmente conscientes de dónde estamos justo en el momento presente. Una hermana se alegró con curiosidad al ver el familiar caracol comestible aferrado a una piedra. También había peces pequeños.

Aprovechando la belleza y la naturaleza que dan energía, sentimos una conexión, una afinidad con toda la creación. Pero nuestra experiencia posterior nos hizo darnos cuenta de que todavía tenemos que crecer profundamente en afinidad con las criaturas no tan simpáticas como la sanguijuela. Esta fue la pequeña criatura que nos hizo correr de miedo cuando una novicia gritó al ver este parásito chupasangre.
 

En este Tiempo de la Creación queremos renovar nuestra relación con Dios, entre nosotros y con el mundo creado. Iniciamos este tiempo con la Adoración al Santísimo, orando y comprometiéndonos en las siguientes actividades: encender nuestra Zarza Ardiente, donde se encuentre una hermana, los niños colgarán una obra de arte en un árbol cada vez que realicen una obra a favor de la creación; regularizar la Hora del Planeta cada día 25 del mes; las vísperas, la fe compartida y el tiempo de recreación se realizarán al aire libre, así como también se hará el Examen de la Tierra, la auditoría energética y se observará el tech-sabbath (descanso tecnológico) semanalmente.

Se anima a las hermanas a verificar los materiales utilizados por los productos que se compran y comprobar si estos productos se producen de manera ética y moral; conscientemente decidimos con nuestro monedero.

Para clausurar este tiempo, plantaremos 500 árboles; todas las comunidades están involucradas.

En la vida cotidiana intentamos aplicar las enseñanzas de Laudato Si adoptando un estilo de vida humilde y sobrio dedicado al servicio, produciendo nuestros propios alimentos, plantando plantas diversas para mantener el suelo cubierto y promover la biodiversidad, evitar artículos de un solo uso, reutilizar y reciclar, y apoyando el desarrollo de los desfavorecidos económicamente, marginados y jóvenes desatendidos ofreciéndoles educación y formación holística.