Una Iglesia sinodal de hermanas y hermanos con la misma dignidad

“Quiero expresar mi gratitud a las dos Uniones de religiosas y religiosos (UISG y USG) por su importante y generosa contribución.”

Hoy ha tenido lugar la Conferencia de Prensa de la presentación de la segunda etapa del proceso sinodal: la Etapa Continental del Sínodo sobre la Sinodalidad.

Apenas ha concluido la fase diocesana, que ha contado con una gran participación de fieles de las Iglesias locales y la llegada de más de 100 de documentos de síntesis de las diversas diócesis del mundo. ‘Y continúan llegando’, dicen desde la Secretaría del Sínodo.

Todas las intervenciones en la conferencia de prensa han puesto de manifiesto la gratitud al pueblo de Dios per la gran participación; ha habido fieles y grupos eclesiales que, por primera vez, han podido hacer oír su voz. Se recuerda que el gran protagonista de este camino es el Espíritu Santo, por tanto la mirada debe dirigirse a Cristo que nos ayuda, no solo a escuchar a quien piensa como nosotros, sino, sobre todo, a quienes sabemos que están muy alejados. 

Con respecto a esto el Cardenal Jean-Claude Hollerich, relator General de la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, dice que la Iglesia es como un camino donde hay quien camina por la derecha y hay quien lo hace por la izquierda, pero si la mirada permanece fija hacia el horizonte que es Cristo, seremos capaces de escuchar a todas y a todos, y mirar más allá de nuestra dirección de marcha.
La dos Uniones internacionales de la Vida religiosa, la UISG y la USG, han participado enviando una síntesis de las diversas aportaciones de las congregaciones miembros: “Las respuestas recibidas han sido numerosas y representativas de los institutos femeninos y masculinos. Algunos institutos han invitado a todos sus miembros a participar en el proceso, otros han invitado a los consejos provinciales, otros han participado los consejos generales. El hecho de que esta síntesis sea un borrador combinado de las aportaciones de la UISG y de la USG la hace todavía más compleja de leer, pero ofrece la oportunidad de descubrir nuevas urgencias” (texto de la introducción a la síntesis).

Continua el Cardenal Hollerich: “Desde que el Papa Francisco abrió el camino sinodal se han desarrollado cientos de miles de encuentro a todos los niveles, también a través del mundo digital: grupos formales e informales, congregaciones religiosas, parroquias. Es increible constatar el entusiasmo y la creatividad de todos estos grupos. Está claro que desde el inicio el Espíritu ha estado ya obrando. Las contribuciones recibidas proceden de las conferencias de las religiosas y religiosos, escuelas, grupos, movimientos, federaciones católicas. El 98% de las 114 Conferencias episcopales ya han nombrado a una persona de contacto para el camino sinodal. Nuestra Iglesia está en Sínodo.
Quiero expresar mi profunda gratitud a las dos Uniones de las religiosas y los religiosos (UISG y USG) su importante y generosa contribución. Estas comunidades tienen un patrimonio sinodal para ofrecer a la Iglesia universal.”

Cardenal Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo, afirma: “Estamos al inicio de un camino eclesial, se necesita paciencia y la conciencia de que todos somos participantes, cada uno según su propia condición y función. Siento una gran esperanza en el futuro de la Iglesia sinodal. Independientemente de los contenidos surgidos, las respuestas muestran una Iglesia viva y necesitada de autenticidad y sanación, una Iglesia que anhela ser comunidad que celebra la alegría del Evangelio. Nadie en la Iglesia tiene la exclusiva de la verdad, la consulta con el pueblo de Dios requiere discernimiento. Para entender el proceso sinodal tenemos que pensar en una circularidad entre profecía y discernimiento. La función del discernimiento es saber captar la verdad en las diversas voces; y esto es ya inherente al camino sinodal de la escucha.”

Hna. Nathalie Becquart, XMCJ, Subsecretaria de la Secretaría del Sínodo, dice se siente especialmente conmovida por las contribuciones procedentes de contextos considerados ‘difíciles’ como las cárceles y los campos de refugiados; o de los países en guerra y en situaciones de gran penuria económica como Ucrania, Líbano, Haití, República Centroafricana, y tantos otros. También llegaron aportaciones de encuentros con niños, nos cuenta la religiosa. “Tengo mucha confianza en este proceso espiritual hacia el Sínodo; es normal que hay ciertas resistencias y miedo, pero forman parte del mismo camino.”

S.E. Mons. Luis Marín de San Martin, OSA, Subsecretario de la Secretaría del Sínodo, nos recuerda que el camino sinodal es un proceso espiritual, no es una reflexión académica o una metodología. Es un proceso dinámico e integrador de las diversas dimensiones. Estamos en un momento histórico: somos conscientes que no es un camino perfecto, hay diversas velocidades y matices entre las respuestas, pero debemos recorrerlo con entusiasmo y con gozo.
Esta primera fase ha sido un proceso sinodal en sí mismo de diálogo activo, escucha profunda y encuentros (virtuales y presenciales). Las respuestas recibidas en la Secretaría son sinceras: ponen de relieve todas la riquezas y puntos fuertes de las Iglesias locales; pero con la misma autenticidad no tienen miedo de señalar aquello que no va bien y debe ser cambiado.

El padre Giacomo Costa, SJ, consultor de la Secretaría General del Sínodo y responsable de la Task Force para la elaboración del Documento para la Etapa Continental, nos explica que la comisión, compuesta por 25 miembros, ya ha iniciado el trabajo de síntesis de todas las muchas contribuciones llegadas: después de leer los documentos, procederán juntos a definir los grupos temáticos y a elaborar una síntesis final que, una vez haya sido traducida, será enviada de nuevo a las Iglesias locales. Una preciosa oportunidad para leer lo que surge de las comunidades eclesiales del mundo: un buen ejercicio para salir de lo conocido y escuchar, sinodalmente, los gozos y preocupaciones de las iglesias de otros países.

Este documento, que será difundido entre finales de octubre y principios de noviembre, será el texto oficial de la fase continental que involucrará a los obispos de los cinco continentes además de otros participantes que, implicando las diferencias culturales y lingüísticas típicas de los diversos contextos, harán surgir qué puntos deben presentarse a la última fase del camino sinodal, el de la Iglesia universal, que se desarrollará en el Sínodo de octubre de 2023 en Roma.

Oficina comunicación UISG

Foto de la Conferencia de prensa

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