Testimonio de la Hna. Nathalie Kangaji, publicado en la declaración Hermanas por el medioambiente: Integrando Voces desde los Márgenes.

En 2008, inicié la fundación de un centro de asistencia jurídica y judicial en Kolwezi, en la República Democrática del Congo. Se trata de una organización local que trabaja en la promoción y protección de los derechos humanos, cuya misión es prestar asistencia a los pobres y a las víctimas de violencia o abusos. Desde 2013, trabajamos en el sector de los recursos naturales y en particular en temas de minería: las actividades principales son la protección del medioambiente, la mitigación del cambio climático, la defensa de los derechos de las comunidades locales y el fomento de la buena gobernanza en la industria minera.

Kolwezi es una ciudad minera con una reserva del 60% de cobalto, que es uno de los materiales estratégicos para la producción energética sostenible del futuro. Además, el Congo es rico en una variedad de otros minerales, que se explotan en beneficio de los países industrializados a través de grandes empresas, a menudo en un contexto de incumplimiento, corrupción o una similar falta de normas.

Asistimos a un expolio sistemático y a una explotación incontrolada, sin beneficios visibles para el desarrollo. Muchas comunidades locales son víctimas de reubicaciones forzadas -a menudo ilegales- y pagan un alto precio por el crecimiento de los proyectos extractivos en la región. La contaminación del agua, del aire y del suelo acompaña a las actividades extractivas: estos impactos son dinámicos en el tiempo, a menudo latentes o invisibles, y pueden comprometer la vida de las generaciones futuras.

Ayudamos a las comunidades locales a crear y consolidar comités de gobernanza participativa, para que puedan formar grupos de presión para la protección del medioambiente y la buena gobernanza. Les formamos para que utilicen todos los mecanismos legales disponibles para presionar en cuestiones relacionadas con el mal uso de los recursos naturales y la violación de sus derechos humanos.

Hacer incidencia -o sea influir en los responsables de la toma de decisiones a nivel local, nacional e internacional con el objetivo de cambiar las política- es un mecanismo importante de nuestro compromiso. Trabajar en sinergia con otros es una oportunidad para hacer oír nuestra voz al más alto nivel: por ejemplo, trabajamos con organizaciones locales del mismo sector, pero también con organizaciones internacionales de Europa y otros lugares.

Nos comprometemos a tomar medidas para promover la gestión transparente y responsable de los recursos mineros. Hacemos incidencia por una economía que esté a favor del ser humano, de la dignidad, de los pobres y del medioambiente. Se necesitan compromisos valientes, porque la protección del medioambiente es una condición esencial del desarrollo sostenible y de una vida mejor para todas las personas.

Descargar la declaración Hermanas por el medioambiente: Integrar las voces de los márgenes