18/03/2022

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Solo desde abajo, al modo de Jesús, es posible la vida

Entrevista con Hna. Lourdes Perramon Bacardit

 

"Solo desde abajo, al modo de Jesús, es posible la vida"

Hna. Lourdes Perramon Bacardit es la Superiora General de la Congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor

 

¿Cómo le resuena el tema de la Asamblea Plenaria UISG 2022?

"El tema de la Asamblea me resulta de total actualidad y lo siento en esa experiencia tan común del “ya pero… todavía no”. Los dos largos años de pandemia nos han puesto en ineludible evidencia la vulnerabilidad propia de las congregaciones. No solo la numérica, que por conocida o incluso analizada, no siempre era asumida. Sino también la humana, unida a cierta fragilidad espiritual, institucional y, en definitiva, un estar algo perdidas en la búsqueda de nuevas formas en las que recrear la vida consagrada hoy. Pero… ¡creo que estamos abrazando estas fragilidades! Y en este sabernos minoridad, necesitadas de apoyos, de conversión, se hace más creíble y evangélico nuestro estar cercanas y en complicidad, con tantas otras vulnerabilidades, realidades de fragilidad y empobrecidas en el mundo, con las que caminamos de la mano, experimentando en igualdad la redención.

Emerge ahí la certeza de estar en el buen camino, porque solo desde abajo, al modo de Jesús, es posible la vida, la Pascua. Se va gestando una renovación, un nuevo ser vida consagrada entre congregaciones, culturas, generaciones, entidades: una construcción conjunta ¡en camino sinodal!

Este es el “ya” pero aún pesa el “todavía no”, porque intuimos el camino, pero nos falta abandonar miedos, soltar ataduras, compaginar el cuidado de las mayores con la valentía de nuevas respuestas y formas, recuperar la audacia del Espíritu, de nuestros respectivos orígenes y fiarnos más de Dios.

 

¿Cuáles son las vulnerabilidades que más experimenta en su misión?

En nuestra misión compartimos vida con mujeres en contextos de prostitución. En sus historias personales se da una suma de vulnerabilidades, desde la pobreza y falta de oportunidades en la que habitualmente han nacido y crecido, el propio hecho de ser mujer en culturas fuertemente patriarcales, la escasa red de protección social y reconocimiento de derechos.

Más allá de todo eso, viven el peso del rechazo y estigma social. Me atrevería a decir que esta es la mayor y más dolorosa vulnerabilidad. Pues frente a las anteriores, cuentan con su gran fortaleza interior, capacidad de lucha y resiliencia que, unido a la cercanía y confianza en el acompañamiento, permiten recobrar la propia autoestima y todo el potencial. Recuerdo a menudo una mujer que resumía su experiencia en el proyecto de Oblatas así: “vosotras habéis sido mi interruptor, porque yo tenía una luz dentro y no lo sabía”.

Pero, frente al rechazo, el estigma, no basta una mano amiga, cercana, es necesario recobrar el reconocimiento e integración social. Por eso otra mujer expresaba, tras haberse formado como auxiliar de geriatría “encontré mi vocación y soy feliz” y otra expresaba tras integrarse en un equipo interprofesional en una residencia de tercera edad: “me han llamado señora”. Son pasos de la vulnerabilidad a la vida, o mejor aún, la Vida en mayúsculas porque Dios está con ellas y como decía Jesús, nos preceden.

 

¿Cómo y cuándo experimenta la sinodalidad?

La sinodalidad, entendida como el caminar y construir juntas en la diversidad, forma parte no solo de mi vivir cotidiano, sino que, además, fue una de las motivaciones para construir la vida religiosa. Creo firmemente en la fuerza y capacidad transformadora de la convocación empezando por el hacernos hermanas en las comunidades, en el trabajo en equipo y en la misión compartida.

Se hace real también en la búsqueda conjunta del querer de Dios, actualizando el carisma frente a los desafíos de la realidad, especialmente en los capítulos y asambleas, así como en tantos espacios intercongregacionales y eclesiales.

Pero la experimento también en el compartir sueños de vida con las mujeres en contextos de prostitución, escuchando y aprendiendo de sus luchas, acogiendo sus diferentes experiencias de fe, incluso con otras iglesias, y llenándome de emoción, junto con los diferentes miembros de la familia oblata que les han brindado confianza, amor y oportunidades, al escuchar que somos su familia, su hogar.

Ahí nos sentimos construyendo Reino, como pueblo de Dios que acompaña solidariamente a las minorías, fomentando una iglesia viva, en misión, inclusiva, que crece en igualdad con el laicado y las mujeres."

¿Quién es Hna. Lourdes Perramon Bacardit?

 

Lourdes Perramon Bacardit, nacida en Manresa (Barcelona) en diciembre de 1966, entra en contacto con la Congregación de Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor con el anhelo de integrar en una misma opción de vida, el seguimiento a Jesús, el compromiso social y la dimensión comunitaria.

Hace su primera profesión religiosa el 1990 en Madrid, compaginando en los años siguientes los estudios de Trabajo Social, Teología y Antropología con el caminar junto a las mujeres en contextos de prostitución, según el carisma propio de las Oblatas del Santísimo Redentor.

Ejerce el rol de educadora, trabajadora social y coordinadora en los proyectos propios de la Congregación, especialmente en Barcelona donde permanece por 20 años.

En los últimos se especializa en el trabajo de sensibilización, incidencia política y transformación social, frente al fenómeno de la prostitución y trata con fines de explotación sexual.

Tras algunos servicios en comisiones sobre voluntariado, misión, dinamización comunitaria y como consejera en el equipo de animación Provincial, es elegida en el 2013 como Superiora General de la Congregación, servicio para el que es reelegida en 2019, por un nuevo período de 6 años.

En noviembre de 2021 es elegida Vicepresidenta de la CONFER (España).

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