El 9 de enero de 2025, la Asamblea de Constelación Roma, celebrada en la sede de la UISG, fue una importante oportunidad de reflexionar y compartir para un gran número de superioras generales de diversas partes del mundo. El tema del encuentro, “Autoridad en la Vida Consagrada para una Iglesia Sinodal”, puso énfasis en cómo la vida religiosa puede responder a la llamada de una Iglesia cada vez más sinodal, participativa y en escucha, en un contexto que abarca la diversidad y la globalidad de las experiencias y desafíos de las congregaciones religiosas.

La Asamblea también contó con una serie de intervenciones significativas por parte de expertos, quienes contribuyeron con reflexiones sobre varios aspectos de la vida religiosa y la sinodalidad. Entre las ponentes de la mañana, la Hna. Beatrice dal Santo profundizó en la "Misión de la superiora general compartiendo con el consejo intercultural"; la Hna. Theresa Purayidathil habló sobre la "Visita Canónica"; y la Hna. Micaela Monetti abordó el tema del "Capítulo General". En la tarde, la Hna. Lia Latella presentó una reflexión sobre la "Reestructuración" de las congregaciones, seguida de la intervención de la Hna. Miriam Altenhofen sobre las "Experiencias intercongregacionales y proyectos comunes".

El corazón de la Asamblea: la intervención de la Hna. Simona Brambilla

La intervención de la Hna. Simona Brambilla, nueva Prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, fue el eje central de la Asamblea, ofreciendo una reflexión profunda sobre temas cruciales para la vida religiosa y su rol en la Iglesia sinodal.

• Sinodalidad: un camino de discernimiento y conversión del corazón. La Hna. Simona abrió su conferencia con una reflexión sobre la importancia del proceso sinodal y del discernimiento comunitario en la vida consagrada. Subrayó cómo la sinodalidad, que requiere un corazón abierto y dispuesto a transformarse, es un elemento esencial para construir una Iglesia capaz de responder a los desafíos contemporáneos. El camino sinodal no es solo un aspecto institucional, sino que debe involucrar a cada miembro de la Iglesia, a través de una escucha atenta y un diálogo profundo. Este proceso, destacó la Hna. Simona, implica una verdadera conversión del corazón, capaz de renovar pensamientos, sentimientos y acciones, para convertirse en una Iglesia más misionera y acogedora.

• Autoridad espiritual: nutrir y guiar la comunidad en el servicio. En el centro de la reflexión de la Hna. Simona estuvo también el tema de la autoridad espiritual, que no debe ser vista como poder, sino como un servicio que nutre y hace crecer a la comunidad. Utilizó la imagen de Jesús cocinando para los discípulos para representar una autoridad que cuida de los demás, que los guía y les ayuda a crecer en la fe. Este modelo de autoridad, caracterizado por la "mística del nosotros", enfatiza la importancia de mantenerse siempre conectados al carisma original, manteniendo viva y vital la misión de la congregación. En un mundo en continuo cambio, el liderazgo religioso está llamado a responder con creatividad a los nuevos desafíos sociales y culturales, guiando al instituto para renovarse y seguir siendo fiel a su carisma.

• Fraternidad y cuidado: construir relaciones auténticas en la vida consagrada. Otro punto fundamental de la conferencia fue la invitación a la atención y fraternidad dentro de las congregaciones. La Hna. Simona subrayó que una Iglesia sinodal no puede prescindir de una vida religiosa que invierta en el cuidado de la persona y en la creación de fraternidades auténticas, capaces de atraer a los jóvenes hacia la vida consagrada. En un contexto donde las relaciones están a menudo marcadas por fracturas, es esencial que las comunidades religiosas se comprometan a reparar y renovar estas relaciones, creando un ambiente de acogida, apoyo y crecimiento mutuo.

• Reestructuración e internacionalización: el futuro de las congregaciones religiosas. La reflexión de la Hna. Simona también abordó el tema de la reestructuración e internacionalización de las congregaciones religiosas. Se invitó a las superioras generales a considerar la necesidad de revitalizar las estructuras, tanto a través de la creación de comunidades interculturales que favorezcan el encuentro y el intercambio entre diferentes culturas como a través de un proceso de formación continua que responda a los desafíos globales. La reestructuración debe tener en cuenta cuatro dimensiones fundamentales: misión, formación, estructuras de gobierno y compartir recursos, para que las congregaciones puedan responder a las necesidades de la Iglesia universal sin perder su identidad.

• Formación y sinodalidad: caminar juntos en el discernimiento. La Hna. Simona concluyó su intervención con un llamado a fortalecer la formación de las formadoras, especialmente aquellas llamadas a acompañar a las jóvenes religiosas y a hacer crecer en ellas la capacidad de vivir la sinodalidad. Se discutió la necesidad de una formación adecuada para enfrentar los desafíos interculturales, la biodiversidad y las nuevas dinámicas sociales, que son parte integral de la vida consagrada del futuro. Caminar juntos, dijo la Hna. Simona, es la esencia misma de la vida religiosa, que debe orientarse cada vez más hacia la colaboración entre congregaciones para responder a los desafíos de la misión global.

Proyectos promovidos por la UISG: prioridades para el futuro de la vida religiosa

La asamblea también presentó los proyectos promovidos por la UISG, que destacó cuatro áreas prioritarias: la lucha contra la trata de personas, el apoyo a los migrantes, el cuidado de los niños y la protección de los menores. La UISG también se comprometerá a promover la formación de los líderes religiosos para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo con mayor conciencia y compromiso.

Próximos pasos: seguir caminando juntos

La Asamblea concluyó con la solicitud a continuar el camino sinodal, participando en los próximos encuentros de formación y en la Asamblea Plenaria de la UISG de mayo de 2025. Las superioras generales también fueron invitadas a completar un cuestionario de evaluación de la asamblea y a actualizar sus datos de contacto con la secretaría de la UISG.

Este día para reflexionar y compartir representó un momento significativo de renovación para la vida consagrada, cada vez más orientada hacia una Iglesia sinodal, abierta, intercultural y atenta a las necesidades del mundo contemporáneo.