Papa Francisco ha invitado a los creyentes de todo el mundo a unirse en un día de oración y ayuno el 7 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario. Esta solemne invitación llega en el contexto de la escalada de conflictos en Oriente Medio, en Ucrania y en varias regiones que sufren a causa de la violencia y la inestabilidad. El día está dedicado a implorar la paz y la intervención divina por aquellos que están involucrados en los tumultos de la guerra.

Al término de la Misa solemne en la Plaza de San Pedro, por la apertura de la segunda sesión de la Asamblea General del Sínodo, el Papa ha exhortado a todos a unirse en esta acción espiritual: “Les pido a todos que vivan este día de oración y ayuno por la paz en el mundo”. El Santo Padre ha subrayado la importancia de alzar la voz a Dios, especialmente en tiempos de sufrimiento y conflicto.

El 6 de octubre se dirigirá a la Basílica de Santa María la Mayor para rezar el Rosario, extendiendo la invitación a los miembros del Sínodo y a todos los fieles. Este momento de unidad busca mostrar el compromiso colectivo de la Iglesia por la paz.

La invitación a la oración y al ayuno de Papa Francisco es una constante de su Pontificado, habiendo organizado días similares para países como Siria, Líbano, Sudán del Sur y Ucrania. En estos momentos de crisis, la oración se convierte en una poderosa herramienta de esperanza y sanación.

Un llamado especial a todas las hermanas del mundo: unámonos a este movimiento global. Juntos podemos elevar nuestro corazón en súplica, convirtiéndonos en instrumentos de paz para un mundo desgarrado por los conflictos.