En una entrevista reciente con Vida Nueva, Mary T. Barron, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), reflexiona sobre el histórico nombramiento de Sor Simona Brambilla como la primera mujer prefecta en el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. Este nombramiento ha sido recibido con gran alegría y esperanza tanto por Barron como por muchas otras religiosas a nivel mundial.

Barron expresa su profunda gratitud al papa Francisco y a Sor Simona, destacando que este nombramiento no solo es un avance para la Iglesia, sino también un acto que subraya la importancia de la inclusión y la igualdad de género en los puestos clave dentro de la Curia Romana. Según la presidenta de la UISG, este hecho marca un paso fundamental para las mujeres dentro de la Iglesia, especialmente en el contexto del Sínodo sobre la Sinodalidad, que está promoviendo cambios significativos a nivel mundial.

El nombramiento se ha producido en la fiesta de la Epifanía, un día simbólico que, para Barron, resalta la revelación y el espíritu de renovación que acompañan este cambio en la Iglesia. Además, la superiora general de las Hermanas de Nuestra Señora de los Apóstoles subraya cómo, al proceder ambas de congregaciones misioneras, tanto ella como Sor Simona traen consigo una perspectiva integradora y global, cualidades esenciales para una Iglesia sinodal.

El nombramiento de Sor Simona ha sido ampliamente acogido en las congregaciones religiosas, quienes han expresado su orgullo y alegría, con la esperanza de que sigan surgiendo más avances para la inclusión de las mujeres en la Curia.

Para leer la entrevista completa y conocer más sobre las reflexiones de Mary T. Barron, puedes consultar el artículo original de Vida Nueva aquí.